miércoles, 26 de marzo de 2008

Egocéntrica

Soy un fantasma dentro de un cuerpo que pisa las huellas de tu sombra.

Huellas sobre arena húmeda finamente marcadas con tu taco aguja.

El perfume de tu estilo todavía lo siento, como si el tiempo no hubiera pasado.

No te extrañé, no te extraño;

sino que me extraño a mi mismo cuando estaba con vos.

Pero a vos no te extraño. no. nunca.

No extraño tus labios recién pintados de mentiras;

no extraño tus palabras mudas que nunca demostraban amor;

no extraño tus pupilas mojadas, no extraño tu cabello liso, no extraño tu voz,

no extraño tu sinceridad, solo tu ironía, No extraño tu calma, solo tu enojo.

Hoy me siento vacío; nada siento por vos ni por ella ni por nadie.

Extraño haberte amado.

Extraño haber sufrido por amor, extraño haberte sufrido, amor.

A vos te escribo viejo amor, para contarte simplemente que te quise.

Algunas tardes

Algunas tardes te recuerdo y me recuerdo junto a vos.

Solías llenarme cuando el mundo parecía eterna y enteramente vacío.

Hoy trato de fingir un cielo azul esperando que el ocaso se lleve algunas risas;

Hoy trato de fingir un cielo azul cuando en realidad solo camino descalzo sobre un suelo de añicos.

Como puedo decir que te olvidé si recién empiezo a asimilar tu ausencia.

Hace mucho partiste de acá, pero tu esencia deja huellas profundas.

Como enamorarte si tu arte es mi locura y tu locura me enamora.

Hace mucho partiste, pero hacés poco por desaparecer

Algunas tardes te recuerdo y algunas tardes me recuerdo que debo olvidarte.

De pie te espero aunque se que no vas a llegar;

y cuando llegás yo ya estoy lejos.

Solías callarte cuando hablabas, pero cuando callabas decías las metáforas más hermosas.

Distante disimulabas tu aureola, distante me mirabas de reojo;

distante me amabas, y algunas tardes yo, omnisciente te sigo recordando.

The música

Retratos de una inverosímil sinfonía, tan tangible como abstracta.

Ondas sin forma, sonidos sin voz. A veces es necesario quebrar la cuerda.

Quebrar reglas, o simplemente olvidarlas por un instante.

Allí donde la música es oxígeno, donde la mente no es mente, es solo un mar de dudas.

Instrumentos mudos de mentiras, mudos de verdad, instrumentos inservibles.

Allí donde la música no se escucha, allí donde no existe otra manera.

La más sana y asesina adicción solo se contenta con escucharme.

Sin generalizar, comienzo.

Simbolismo

Sedante simbólico,

mirada latente cuyas pupilas empapadas.

Historia infinita de un caos lejos de la vida, un caos inentendible.

Día a día el heroísmo nos conquista más,

pero de a ratos nos hace sentir vulnerables.

Carente de palabras para tus ojos y tu actitud tímida e impredecible.

No tengo rastros de mis horas, no se cuando será ayer.

Tácitamente vivo, y a la vez desvivo.

No hay letras, no hay razones, no hay figuras, ni colores,

no hay llantos, solo cantos. historias vagas sin ilusiones.

Sedante simbólico,

mirada latente cuya atención me esquiva.

El podio

En un profundo mar azul trato de ahogar mi odio,

pero sin alcanzar el podio, caigo y vuelvo a empezar,

sin importar esta vez lo que luego pasará.

El sol ignora mi rencor, o al menos eso intenta,

quemándome el alma de una manera muy violenta.

Distante el fuego no me quema, sino que me evita;

los pies no me responden, poco a poco se debilitan.

Mi amor por ella perdura, y mis labios llenos de amargura,

tratan de olvidar aquella quemadura, ocasionada por el rencor,

de tus labios llenos de almidón, y duros como una fruta que aún no madura.

El silencio deja de ser abstracto aunque la muerte sigue siendo inevitable;

y mi corazón, como ya no es amable,

quiebra su caparazón, para dañar la razón de aquella carta quemada,

de tu mirada enamorada y de tus ojos en llama.

En el profundo mar azul trato de ahogar mi odio,

y esta vez por fin alcanzo el podio

Oraciones retro

Tu silueta sin sombra frente a un sol crepuscular,

tu llanto, seco, tus manos, secas ante la humedad del mar.

Una lujuriosa velada nos abandona,

inundándonos de melancólicos besos que siempre concluyen en silencio

Tu silueta sin calma tiembla mudamente, el roce de tu piel ya me es ajeno.

Tu llanto, tenue, deja caer las primeras lágrimas.

Tus ojos, abstractos como imágenes de un largometraje que nunca se filmó.

Tu mirada está perdida y mi mirada esta vencida.

Fueron cortos momentos, fueron largos besos, y hoy siempre concluyen en silencio.

Alas rotas, sin fuerza ni vida, alas rotas y tu mirada está perdida.

Tus labios, mudos, callan diálogos de una tragedia que nunca se escribió;

tus labios solían entenderme.

Alas rotas, historias ya ajenas. Alas rotas, tu mirada y un adiós.

Mi lujo


Insensibles caminatas con un rumbo sin ocaso.

Ayer te deseé, hoy te lloro.

Cada día lleva su vida, cada día es la agonía de saber que no te tengo,

Cada día es sentirte mía pero verte ajena,

Cada noche trae la nostalgia, y cada nostalgia me lleva a vos.

Ayer te deseé, no lo niego, pero esta noche solo me queda llorarte,

Solo me queda llorarte y pensarte, recordarte,

Solo me queda intimarte con un pensamiento, solo me queda sonrojarte con una mirada,

Solo me queda mirarte, lejos o cerca que más da, pero al fin mirarte.

Desconozco ya mi ser, desconozco mis pensamientos, mis ojos, mi alma,

desconozco ya mi orgullo, desconozco mi ironía.

Melancólicas caminatas con un rumbo sin crepúsculo,

te descuidé tanto, te dejé ir, te perdí.

Cada día eras mi lujo, cada día te amé.

No pienses que pienso en vos, solo sentilo.

No pienses que te amo, solo amame.

Hoy no más

Entonces me dijiste que no, pero nunca supe entenderlo.

Mis anhelos de volverte a sentir a veces se vuelven verosímiles.

Mientras te sueño en vela, sufro tu ausencia;

y si te recuerdo, más te extraño.

Me avergüenza decir que te extraño, porque ya no te tengo.

No se si te tuve, pero si se que hoy no te tengo.

El amor es el dolor que el odio balancea, cuando los sentimientos se olvidan;

y hoy, me olvidaste.

Huelo tu perfume, percibo tu llegada; una vez más estamos cerca.

Sin embargo te siento lejos. Ajena. También te siento distante.

A veces me extrañas, pero a veces no alcanza.

Desafinado suena tu instrumento de sentimientos, intentando decir algo

Tu arte imposible, indescifrable, me enamora.

Solés callar tu ternura como si fuera prohibida,

solés sentarte sola y ver un mundo caer.

Mientras te sueño en vela, sufro tu ausencia, es cierto;

pero también es cierto que ya no sufro ni te extraño.

También es cierto que no recuerdo tus manitos, suaves.

También es cierto que no recuerdo tus pupilas, húmedas y profundas.

Tus labios, tus dientes, esa belleza interna que algún día supiste enseñarme.

Es cierto. No te extraño, no te sufro, ni te lloro.

No recuerdo tu dulzura al hablar, ni tu sarcasmo al odiar, ni tu transparencia al llorar.

No recuerdo cuan importante fuiste, y no se cuan importante fui.

Creí que la llama solo ardía, pero terminó quemándome.

En medio de ese fuego recuerdo tus ojos y me pierdo en el ayer.

Mientras la vida pasa te espero, pero si te espero la vida no pasa;

entonces me resigno, entonces acepto ese no,

pero luego me robás un último beso y el pasado me vuelve a atrapar.

Aprendizaje

Dejamos de mirarnos asimultaneamente y durante tu ventaja aprendiste a cerrar los ojos.

Aprendí así a ver en la noche sin tu luz, y aprendí también a recordarte sin nostalgia

Entender tus actos no fue difícil, sí lo fue asimilarlos con vos.

Solías ser otra y por ende yo también solía serlo, hoy somos nosotros.

Aprendí también a superar ausencias, aprendí a controlar impulsos.

Que más da existir esperando que la negligencia y la pereza del amor perduren,

aún cuando los sentimientos están quemados, y sus cenizas vuelan,

Aprendí muchas cosas, pero sigo tratando de aprender como olvidarte

Nos recordamos

Brota adentro alguna duda, estando nosotros vagamente seguros.

Paradójicamente nos olvidamos, pero lo hacemos recordando que debemos hacerlo.

Melancólicos, nos olvidamos.

No fue ayer sino en el pasado.

Hoy vivimos un presente que pronto será ayer, y el pasado seguirá surgiendo esporádicamente en alguna tarde húmeda de buenos aires.

Es cierto, a veces nos recordamos. pero fingimos indiferencia aparentando ser diferentes,

sin embargo bien sabemos que somos los mismos que solíamos ser.

me atrevo incluso a decir que aún nos queremos. aún así no debemos.