miércoles, 26 de marzo de 2008

The música

Retratos de una inverosímil sinfonía, tan tangible como abstracta.

Ondas sin forma, sonidos sin voz. A veces es necesario quebrar la cuerda.

Quebrar reglas, o simplemente olvidarlas por un instante.

Allí donde la música es oxígeno, donde la mente no es mente, es solo un mar de dudas.

Instrumentos mudos de mentiras, mudos de verdad, instrumentos inservibles.

Allí donde la música no se escucha, allí donde no existe otra manera.

La más sana y asesina adicción solo se contenta con escucharme.

Sin generalizar, comienzo.

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